El paraíso desconocido

Bienvenido al ombligo del mundo (De 4 a 6 Días)

Llegamos a Santo Tomé, descansamos del viaje y comenzamos el viaje rumbo al sur de la isla, a reposar del viaje en las idílicas playas de Praia Santana, contemplar las olas chocar en Boca do Inferno o nadar entre lava volcánica en Praia Piscina. En esta zona es cuando ponemos ya el cerebelo en modo santotomense y empezamos a saborear el sabor tropical de esta isla del golfo de Guinea. En esta zona podremos disfrutar de los atardeceres sobre el Atlántico, pasear por playas de arena negra y disfrutar del esnórquel de sus fondos marinos. Y no perderemos la ocasión de aprender del mundo de las tortugas marinas que desovan en estas playas y si estamos en temporada, descubrir alguna de ellas paseando por la playa.

Al día siguiente tomaremos un barquito para cruzar a la Isla volcánica de Rolas (de las Tórtolas) y escucharemos el rugido de las aguas a través de las chimeneas abiertas en la roca volcánica, y avistar ballenas en mar abierto. Observaremos los locales trepar las palmeras y, si hay algún viajero intrépido, podrá pedirles que nos enseñen a recolectar cocos en las alturas. Y sobre todo nos sentiremos el ombligo del mundo. Y es que aquí se alza el monumento del Centro del Mundo, ya que la línea ecuatorial pasa sobre el islote, y también estamos muy cerquita del meridiano cero…

Seguimos deleitándonos en nuestra aventura y nos desplazamos al este de la isla. En esta zona visitaremos una ONG local que trabaja para la protección del medio ambiente y organiza excursiones en barco por los manglares. De esta forma podemos conocer la flora y fauna que habitan en ellos. También nos abriremos paso en la vegetación para descubrir la cascada de Praia Pesqueira para posteriormente en San Joao de Angolares descubrir su mercado y una Roça donde tomar una cerveza o café. Las Roças son antiguas haciendas coloniales de los tiempos en que los portugueses estaban asentados en el país. Dormiremos en una de ellas para dejar que la historia y el tiempo se posen en nuestro imaginario e inventen cuentos o fábulas de otras épocas.

Descubriendo el Príncipe más salvaje (De 3 a 5 Días)

Sin dejar de disfrutar en un corto vuelo saltamos hasta Príncipe para encontrarnos con un paisaje impresionante de picos volcánicos sobre densa selva, playas paradisiacas de fondos coralinos y aguas limpias y azules. Llegar hasta esta isla es una delicia y una decisión que bien vale la pena. Su exclusividad se refleja en lo bien conservadas que están sus playas y montañas. El interior de la isla es, simplemente, soberbio. Y disfrutaremos esas vistas desde lo alto de Oké Daniel, contemplando las vistas de toda la isla.

La cantidad de posibilidades y lugares hermosos que visitar obligarán a hilar fino a la hora de tomar decisiones. Por supuesto, hay algunos imprescindibles como la Isla de Bom Bom, la cascada O Que Pi Pi, las playas de Boi, Banana y Macaco o el mirador de Sao Joaquim.

Pasaremos un par de días entre naturaleza, lugares increíbles y disfrutando de la tranquilidad que ofrece la isla. Realizaremos caminatas por la selva, esnorquel y los que quieran y tengan el título, buceo en los fondos marinos para descubrir sus tortugas, rayas y peces de arrecife.

Bajo la mirada del Pico Cão Grande (De 5 a 7 Días)

Volvemos a Santo Tomé y abrimos un universo de posibilidades relacionadas con la naturaleza. Abandonamos la costa para comenzar nuestra andadura por un interior exuberante de la isla. Combinaremos la potencia de los 4x4 y la persistencia de nuestras piernas para hacer caminatas para disfrutar de la naturaleza virgen de Santo Tomé, siempre vigilantes bajo la atenta mirada del Pico Cão Grande, que se alza 600 metros sobre la isla acariciando las nubes e icono fotográfico de la isla.

En el interior de la isla podemos visitar el cráter de la Lagoa Amelia que supone un agradable paseo. La cascada Bombaín, donde podremos bañarnos, o la cascada San Nicolau, espectacular por el entorno en el que está situada.

Y en el norte, la parte que aún queda por explorar de la isla, dispondremos del mejor marisco que hayamos comido en todo el viaje y de las principales plantaciones de cacao aún en funcionamiento. ¡Ah!, también del espectáculo visual que suponen los barcos naufragados a lo largo de toda la costa, abandonados tras una tormenta devastadora. De nuevo, estaremos ante múltiples opciones: pasear por las plantaciones, alquilar bicicletas y explorar con ellas, visitar el Museo del Mar o el criadero de Tortugas Marinas y, tal vez, participar en la liberación de tortugas, pasear por el pueblo pesquero de Santa Catarina, saltar al agua desde el barco abandonado de Neves, relajarse en Mucumbli antes de tomar el vuelo de regreso a casa.