Hay que reconocerlo, tenemos una debilidad especial por aquellos países que aún no han sido invadidos y colonizados por el turismo de masas. Estos espacios en los que todavía no han llegado los Mcdonalds, Sturbucks, Airbnb, y demás organizaciones internacionales que todo lo homogeneizan, que quitan carácter y personalidad al lugar, nos parecen los más interesantes. Por eso en este post te hablamos de por qué viajar a Georgia, el Cáucaso más desconocido y en Paso Noroeste te ofrecemos viajes a Georgia para que descubrir en primera persona las maravillas de este país.
Georgia sigue siendo uno de los pocos países que, a pesar de la belleza que guarda en su interior, no es foco de las grandes compañías turísticas. Mantiene intacta gran parte de sus tradiciones y cultura, sin ser un país en ningún sentido atrasado o en desarrollo. De hecho, Georgia ha tomado impulso, y se encuentra en una posición de liderazgo entre las naciones más prósperas y europeas, a pesar o más bien debido a su ubicación, un lugar de intercambio entre oriente u occidente.

¿Qué ver en tu viaje a Georgia?
Parece que esta es la etiqueta a la que un buen número de turistas recurren cuando hablan de su viaje a Georgia. A todos les ha sorprendido y de forma positiva. Cuando se pone un pie en este país no se espera la cantidad de paisajes diferentes que tiene, la cultura milenaria que mantienen en la memoria, la amabilidad de sus gentes y su fabulosa y exquisita gastronomía.

Tibilisi, su capital y la primera de las sorpresas
Posiblemente una de las ciudades más bonitas de Europa, ahí es nada. Y es que esta capital configura de manera mágica entre sus calles los términos de belleza, tranquilidad, confort y originalidad.
En Tibilisi es imprescindible alucinar con su extraña Torre del Reloj, construida de tal forma que parece a punto de caer, la bonita Plaza de la Libertad, la Avenida Rustaveli y la de Agmashenebeli, la Catedral Sionista, la Catedral de la Santísima Trinidad o y la subida a la antigua Fortaleza de Narikala para ver el atardecer y pasear después por el barrio de los Balnearios.
No se puede decir que se ha estado en esta ciudad si no nos hemos dado un baño en las aguas sulfurosas en algunos de los locales de larga tradición que se localizan en este Barrio de los Baños. Otras actividades que se pueden realizar es el paseo por el funicular histórico, la visita al Parque Mtatsminda y al museo de la seda, cruzar el Puente de la Paz y pasear tranquilamente por el casco antiguo para elegir un restaurante donde disfrutar de la gastronomía georgiana.

Mtskheta, lo más sagrado de Georgia
Muy cerca de la capital, justo en el lugar donde confluyen los ríos Mtkvari y el Aragvil, se localiza la que fuera capital de Georgia desde el siglo II a.C hasta el V d.C. Fue aquí donde fue aceptado el cristianismo como religión oficial, después de establecerse en el país vecino; Armenia. La transformación a la nueva religión se hizo sin problemas, ya que esta zona siempre había sido un lugar sagrado, muy místico, plagado de dioses paganos.
Gracias a esta relación con lo religioso mantienen tres templos que son ejemplos de arte sacro, que le ha valido a la Unesco para declarar este lugar Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1994. No encontramos con la Catedral de Svatiskhoveli, que fue también algo parecido a un fortaleza y lugar de coronación de reyes georgianos, la Iglesia de Samtavro, donde se estableció la Santa Nino para convertir a Mtskheta y a toda Georgia al cristianismo y la Iglesia de Jvari, con una ubicación magnífica para observar desde lo alto esta población, un lugar con un gran poder energético según la tradición, los fieles y para los propios visitantes. Desde este lugar se aprecia los colores de los ríos Mtkvari y Aragvil al unificarse.

Vardzia, la Capadocia de Georgia
Con un gran parecido a las casas cuevas de Tuquía, las ciudades dentro de la roca que se encuentran en Vardzia también sorprenden y obligan a plantearse un buen número de preguntas. Este entramado de cuevas que estuvieron habitadas no hace mucho tiempo se encuentran muy cerca de Turquía, por lo que ya no debe extrañar tanto su existencia.
La visita bien merece la pena. Consiste en dos horas, aproximadamente, recorriendo unos 500 metros de cuevas y túneles que se distribuyen por 13 plantas y que conforman un antiguo monasterio del siglo XII.

Gori, donde nació Stalin
Como curiosidad histórica, si se tiene especial predilección por la idea comunista, este lugar de peregrinación para viejos excombatientes y herederos del comunismo ruso es un lugar poco menos que sagrado. Y es que aquí es donde nació Puño de Hierro, Iosif Stalin, político y dictador soviético.
Por otra parte, también posee una fabulosa fortaleza, de la que se duda su propia antigüedad. Se dice que es tan vieja que aquí mismo el propio Hércules escondió un tesoro.

Borjomi, un lugar para sanar
Esta pequeña localidad del centro del país, muy cerca de Vardzia, posee fama internacional por la calidad de sus aguas. Un lugar agradable, tranquilo, bucólico, ideal para retirarse en la jubilación y duplicar la esperanza de vida, gracias al entorno natural que lo rodea y al agua mineromedicinal que se extrae de sus manantiales.

Uplistsikhe, segunda ciudad cueva georgiana
Está “Fortaleza del Señor”, que así sería su traducción, es la segunda de las tres ciudades- cueva que Georgia ofrece al turista. En este caso, estuvo ocupada hace más de cuatro mil años y se calcula que la poblaron más de 20.000 personas. En el interior de estas estructuras se puede apreciar el uso pagano y cristiano que recibió. Llegaron a construirse iglesias, graneros, viviendas, bodegas… Y es que esta ciudad se ubica en un enclave importante en las rutas comerciales con Irán, una ruta alternativa a la de la Seda.

Kazbegi, un rincón entre montañas
Si andamos faltos de espacios naturales impactantes, aquí nos podremos servir a gusto. Stepanstsminda, su nombre oficial, es con mucha diferencia el pueblo más bonito de Georgia, lo que lo convierte en una verdadera maravilla. Y es que el entorno no es para menos, ubicado entre cumbres que sobrepasan los 2.000 metros. Lleno de miradores para que te quedes con la boca abierta ante el asombroso espectáculo que se abre ante ti, el paseo se culmina con una visita a la Iglesia de la Trinidad y que corona Kazbegi a más 2170 metros.

Kakheti, un recorrido entre copas
¿Qué tal acabar esta ruta con unos tragos? Posiblemente, no haya mejor manera de despedirse de Georgia que recorriendo su zona vinícola. Georgia tiene una merecida fama de producir caldos de gran calidad, y esto se debe, en buena medida, a que en su elaboración se sigue utilizando métodos ancestrales, lo que es un aliciente más para conocer sus bodegas y probar sus vinos. De entre todas las que ofrecen el servicio de la visita, las bodegas Khareba son las más recomendables.
Además, también ofrece otros edificios de alto valor histórico, como son el monasterio de Alaverdi, donde elaboran su propio vino, la casa palaciega Tsinandali, ideal para realizar una de las catas de vino que ofrecen o el fuerte de Gremi. Esta Toscana del norte con su mar de viñedos es otro de esos lugares que sin duda no dejarán de sorprenderte como el resto del país.
Sin embargo, nada de lo que se ha contado aquí es comparable a la sensación viva de sentir el aire limpio y fresco de las montañas del Cáucaso, pasear por las calles de Georgia y probar su excelente gastronomía, con platos tan fascinantes como el Puri (pan tradicional), el bradijani (rodajas de berenjena a la parrilla), el Pkhali (aperitivos a base de espinacas, berenjenas, pimientos rojos, nueces, ajo…) o el Satsivi ( cualquier plato hecho en salsa de nueces), por poner solo unos pocos ejemplos.
La experiencia de viajar a Georgia se puede llevar a cabo de la forma más cómoda, segura y divertida de mano de la agencia de viajes de aventura Paso Noroeste, descubre nuestros viajes en grupo y prepárate para vivir una experiencia viajera que no olvidarás.
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