Y es que este lago tiene mucho que ofrecer. Panajachel es su puerto principal, lleno de hospedajes y tiendas de recuerdos, y punto de partida ideal para lanzarse a explorar en barca a alguna de las aldeas que salpican las orillas. Y ya que andas por la zona, no debes dejar escapar la ocasión de acercarte hasta Santiago de Atitlán, donde ten por seguro que nada más desembarcar, los chiquillos del pueblo te asaltarán ofreciéndote enseñarte a Maximón, como se conoce popularmente a la peculiar deidad de esta pequeña aldea.
Maximón, también conocido como San Simón, que sería la forma de traducir al castellano este personaje, mitad santo mitad dios, tiene un origen un tanto incierto. Se presupone que es una representación del dios maya Mam, mezclado con influencias del catolicismo (de hecho, durante las festividades de Semana Santa representa a Judas Iscariote) y de San Simón, el patrón de los brujos, cuyo culto llegó a América perseguido por la Inquisición.
Vamos a explicar esto, ya que igual a primera vista no resulta muy coherente para un dios. La figura de Maximón está custodiada por la Cofradía de Santa Cruz, una de las diez cofradías del pueblo, y cada año la figura reside en la casa de un miembro de la congregación. Maximón está vestido con trajes típicos de la zona y numerosas corbatas. Además cuenta con un orificio en la boca, por donde se vierte el alcohol que sus fieles le ofrecen para convencerle de que cumpla sus promesas. Si no bebe, se le suele introducir un puro en la boca para que el bueno de Maximón se deleite con la hoja del tabaco, como los grandes señores mayas. Suele atender sobe todo peticiones de parejas celosas, para que nuestro buen amigo castigue al adúltero, o bien enviar la locura a ciertos miembros de la comunidad. Y para ello, nada mejor que ofrecerle un donativo pecuniario, ya que como dicen sus custodios, si a nosotros nos gusta el dinero, a Maximón también. Pero no es que haya una tarifa fija por ofrenda, sino que el regateo entre los fieles y la divinidad es una práctica bastante común.
hoy estuve en santiago alrededor el lao de atitlan y observé una ceremonia proia de un sincretismo religioso y donde la concluencia de voces música y sonidos e imagenes raras me hicieron prefigurar la mente de un psicótico
hay una novela de saramago llamada la inter´retacion de los evangelios segunjesuscritos donde saramago pone en boca de dios un dialogo donde le ordena a su hijo que no olvide suu mejor invento el arrepentimiento